Una mañana se acercó a mi una persona forjada de la misma forma que mi padre quien me enseñó que con un apretón de manos se podía cerrar un acuerdo. Me dijo; "quiero concertar una cita en el sitio para platicar de la casa en la que pretendemos retirarnos mi esposa y yo."
Nos vimos una mañana, unos días después. Conversamos algunas ideas donde nos dimos cuenta que estábamos en el mismo pensar. El terreno, denso en arbolado y con un desnivel, invitaba a alejar las circulaciones vehiculares. Al comenzar a diseñar decidimos apartar el espacio habitable en el núcleo de robles que de alguna forma podría abrazar la casa para dar fuerza y cobijo.
Al proyectar hicimos caber entre el arbolado un desplante en forma de cruz para aprovechar un claro despejado, teniendo como principal enfoque el entorno del árbol más longevo del solar. Cerramos la fachada poniente y nos abrimos hacia el norte en las áreas de día y hacia el sur en las áreas de noche. Enclavamos un patio cerrado para incluir el elemento de agua con una fuente.
Hicimos un corte en el terreno para tener un solo nivel y subimos las áreas de día sobre el desnivel del terreno para generar un habitáculo en una sola planta.